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domingo, 3 de junio de 2007

¿Y dónde esta la noticia 33 1/3?

Tal vez recordaran la inolvidable pieza del “cine” de humor Holliwoodense “Y dónde esta el policía 33 1/3” (si tienen mas suerte que yo no lo harán). Confieso que he pecado y vi más “cine” de este corte durante mi temprana juventud que el recomendado por la psiquiatría moderna. Sin embargo el título siempre me pareció chistoso (y hasta inteligente en tanto 33 1/3 no solo es una burla a las 20 versiones de algunas películas ochenteras sino también un número racional bastante curioso 33 1/3 = 33.3333...). Por ello decidí bautizar de forma parecida esta nota que trata sobre la búsqueda desesperada de quienes recibimos noticias importantes del mundo científico de los que normalmente son las peores fuentes.

Todo comenzó la noche del 7 de mayo de 2007 cuando en una llamada que hice a mi esposa ella me relataba con alguna emoción lo que los medios de “incomunicación” nacionales (en la televisión para ser exactos) habían anunciado como el descubrimiento de una “nueva” Supernova. Durante unos pocos segundos se apoderó de mí una “pequeña” emoción por las implicaciones que el descubrimiento de una nueva Supernova Galáctica tendría para la Astrofísica contemporánea y naturalmente para lo que ha sido mi trabajo de investigación específico por más de 5 años. Muchos alrededor del mundo llevamos esperando (y lamentablemente lo esperamos todavía) el que sería un evento que no ha sido observado desde los tiempos de Kepler, 400 años atrás. Mi emoción duró tan solo unos segundos (bueno, hasta 1 minuto podría confesarles) pero como ya es natural en mí y ustedes lo saben bien, a ella le siguió inmediatamente un sentimiento de escepticismo abrumador al pensar en la que fue originalmente la fuente de la buena nueva. ¿Sabría distinguir el redactor del telediario la diferencia entre una Supernova Galáctica – un evento extremadamente raro y una simple Supernova Extra galáctica de las que se descubre una más o menos cada día del año? No creo siquiera que el cable internacional hiciera tal distinción aunque seguramente la distancia revelaría su naturaleza (bueno, si el redactor reportará este número “sin importancia”). Aun con esta incertidumbre me dirigí a mi casa sin dejar de pensar (inútilmente) en las posibilidades que se abrirían de haberse producido efectivamente el descubrimiento. Mi desesperanza crecía por otro lado al pensar que de haberse dado realmente habría recibido primero un correo electrónico de la red SNEWS (SuperNova Early Warning System) que enviarían un cable a todos sus afiliados una vez un detector de neutrinos detectara la invisible señal que transportan estas partículas (la primera en producirse en una supernova tipo II – producida por el colapso estelar) y que antecedería en unas horas a la aparición de la señal visible.

Al llegar a mi casa y como me ha sucedido más de una vez (y espero le suceda a todos ustedes después de leer esta nota) inmediatamente me dirigí a mi computador y mientras esperaba que se abriera el navegador pensaba ¿y dónde esta la noticia? ¿Dónde puedo encontrar información verdaderamente creíble sobre este increíble anuncio? ¿quién puede darme los detalles “inútiles” omitidos por algunos medios y que con un pequeño esfuerzo para entenderlos podrían encerrar la verdadera relevancia (o irrelevancia) del descubrimiento? Mientras les cuento el desenlace de mi historia (que seguramente muchos de ustedes conocen si leyeron la noticia de la que hablo) enumero a continuación una serie de “tips” que tal vez algunos encuentren útiles para ir más allá de las noticias que nos interesan en astrofísica y que recibimos a través de distintos medios de comunicación. Como siempre la lista es incompleta. Quién conozca otras estrategias y trucos tiene a su disposición el espacio para comentarios de esta nota donde puede compartirlos con todos los lectores:


  1. Con temor a que dejen inmediatamente de leer este blog o no vuelvan a visitarlo, mi primera recomendación es buscar fuentes de información escritas en Inglés. Nuestra lengua (el castellano) es maravillosa; con ella se han creado obras literarias únicas, su vocabulario y gramática es enormemente rico y tal vez (soy un ignorante al respecto) supera en riqueza al inglés. De otra parte es nuestra lengua madre y todos los días un número creciente de personas en el mundo lo usan (por herencia y hasta por necesidad.) Pero hay que reconocerlo: en este momento de la historia la ciencia se escribe en Inglés. Yo soy aún más extremista: el buen periodismo científico se hace también en esta lengua. Por lo menos hasta donde las evidencias disponibles me lo demuestran. La primera clave entonces para encontrar una noticia bien escrita y tal vez incluyendo detalles omitidos en otros medios escritos en castellano (no voy a generalizar por supuesto) es buscarla en inglés. Así sea un descubrimiento realizado por un grupo de científicos en un Instituto Finlandés, el primer anuncio que harán públicamente los descubridores en la prensa (press release) se hará en inglés. Entonces, a desempolvar el diccionario y dejar a un lado la eventual fobia o inseguridad que pueda causarnos leer en una lengua que todos aprendimos a usar al menos a un nivel básico en la Escuela.

    Así lo hice: me dirigí a Google, hice clic en el enlace a preferencias y en la sección Idioma de la Interfaz seleccione Inglés. Al guardar las preferencias y volver al buscador escribí algunas palabras claves que podrían aparecer en un artículo escrito sobre el asunto que me interesaba: supernova, new, big-bang (esta supernova fue descrita en la televisión como una de las más violentas explosiones después del Big-Bang). El primer enlace que recibí fue uno que apuntaba a la noticia de la explosión descrita en Los Angeles Times. Ciertamente no era la fuente que estaba buscando pero me aproximaba más a lo que quería. La nota contenía las primeras evidencias de lo que sospechaba: la Supernova había explotado en una galaxia lejana (240 millones de años luz) como lo hacen las otras decenas de miles que explotan en un día en el Universo (se calcula que cada segundo explota una gran supernova en algún rincón del Universo) de las cuales en un día al menos una es descubierta por los astrónomos. Para que se hagan a una idea de mi recomendación de ir a fuentes en inglés comparen estos dos artículos:
    http://www.latimes.com/news/science/la-sci-supernova8may08,0,1498372.story?coll=la-home-headlines
    (el publicado en los Angeles Times) y http://www.eltiempo.com/ciencia/noticias/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3549228.html (publicado por el diario el Tiempo de Colombia). El contenido es similar (probablemente el periodista Colombiano leyó el mismo cable de AFP que el Californiano) pero en el artículo de Los Angeles Times se publica el “inútil” detalle que me permitió darme cuenta de la magnitud de la noticia: la distancia a la supernova. El colombiano la omite tal vez para evitar el gasto innecesario de tinta en algo de poca importancia para sus lectores.

  2. La segunda recomendación que puedo hacerle es que busque en las noticias de los grandes medios de comunicación referencias a los observatorios, universidades o programas que participaron en el descubrimiento y diríjase directamente a los sitios de Internet de esas instituciones. No hay mejor garantía de veracidad de una noticia que la que proveen las instituciones orgullosamente involucradas en un descubrimiento. En primer lugar cuentan con equipos de periodistas científicos y hasta de educadores que se encargan de comunicar “verazmente” las noticias de interés publico relacionadas con la actividad de la institución. Es cierto que a veces exageran un poco para dar un atractivo adicional a esas noticias pero en mi opinión lo hacen en la cantidad justa para atraer la atención sin engañar a nadie.

    En el caso que presento aquí, el descubrimiento de la supernova en cuestión (que ahora llamaba mi atención por otras razones distintas a mi ilusión original) se atribuía al observatorio de Rayos X Chandra (mal descrito por el periodista de El Tiempo simplemente como el “Chandra X-Ray”). Naturalmente desconocía la dirección del sitio oficial del Chandra de modo que recurrí de nuevo a Google y encontré sin mucho esfuerzo el mencionado sitio. Busque en la sección de prensa del observatorio (press release o press room) y encontré la noticia que estaba buscando. Por fin estaba cerca a la fuente original. Ya no eran solo los chismes de un periodista colombiano ni las informaciones de segunda mano de un reportero americano. Ahora estaba leyendo la noticia escrita por los comunicadores del Chandra. Una cosa nueva aparecía ante mis ojos: las imágenes mismas de la explosión (ver imagen) que habían sido reemplazadas en otros medios de comunicación (tal vez por ser gráficamente muy aburridas) por una representación artística de la misma.

  3. Si todavía no esta contento (lo que debería ser el caso si usted tiene algunas dudas que no resuelven muchas noticias divulgativas: ¿por qué era tan importante esta supernova? ¿de que tipo era? ¿se había observado previamente la estrella o galaxia en la que ocurrió?) el siguiente paso natural es tomar nota de los apellidos de los autores involucrados en el descubrimiento (y por supuesto de al menos una inicial – uno no sabe cuántos Astrofísicos de apellido Smith o Marshall trabajan en los Estados Unidos.) El propósito de este ejercicio es el de ir más allá de la oficina de prensa del observatorio y buscar los “papers” que se pudieron derivar del descubrimiento (si llego hasta Los Angeles Times o el Tiempo con seguridad También mojó la prensa científica especializada.) Buscar esos papers debería ser el siguiente paso en su denodada búsqueda por la más completa información sobre ese tema que tanto le atrae.

  4. A continuación le recomiendo que busque el nombre de los autores del descubrimiento (con algunas palabras claves relacionadas) en un servicio de búsqueda de resúmenes (abstracts) de “papers” científicos. “Un momento, este no es mi terreno” podrían decir algunos, pero créanme que no hay nada asombroso ni incomprensible en buscar directamente las fuentes especializadas para salir de alguna duda o al menos saber que hizo su mejor esfuerzo por comprender la importancia y conocer los detalles sobre un nuevo descubrimiento.

    El mejor sitio para empezar a buscar es el que se conoce como los “arXiv” o “archivo de preprints” en la jerigonza científica. En este sitio (http://xxx.lanl.gov) encontrará los resúmenes y mejor aún el texto completo de artículos publicados y no publicados en una decena de áreas de la física incluyendo por supuesto la Astrofísica.

    También puede dirigirse a un archivo de resúmenes mucho más amplio y específico en astrofísica y el que es probablemente el sitio de Internet mas visitado por los astrónomos profesionales: el Smithsonian/NASA Astrophysics Data System (ADSABS, http://www.adsabs.harvard.edu) Allí encontrará entre otros un servicio de búsqueda de abstracts (Search > Astronomy and Astrophysics Search) como lo encontrara También en el sitio de los arXiv.

    Tome ahora los apellidos de los astrónomos involucrados en el descubrimiento e ingréselo en los campos de búsqueda respectivos (todavía no ha hecho nada que lo obligue a recordar sus clases de cálculo o que lo haga desistir de su idea de entender mejor el Universo). Eso hice precisamente yo por ejemplo en el ADSABS usando el apellido Filippenko que aparecía por todos lados en la noticia en Internet. Este ejercicio que me llevo al resumen de un preprint publicado en Diciembre de 2006 (5 meses atrás!). Si bien muchas cosas escritas en ese resumen no serán del todo comprensibles, algunas serán tan claras y la satisfacción de leer a quienes lograron la hazaña tan grande será tan especial que no se arrepentirá de esta inmersión en el “oscuro” mundo de la literatura científica especializada. Yo por ejemplo descubrí, leyendo el abstract del artículo de Filippenko et al. (una forma “elegante” de decir “hay más autores pero me da pereza escribirlos aquí” en la “latinizada” jerga científica) que la Supernova en cuestión era del tipo IIm (una de las que me gustan a mí), que su brillo, de encontrarse a unos 30 años luz (magnitud absoluta) sería tan grande como el del Sol, que los restos de la explosión podrían contener hasta 22 veces la masa de nuestro Sol en la forma de Níquel radioactivo (wow!) y que a pesar de ser una estrella muy masiva probablemente la explosión no habría formado un agujero negro. Puede que usted tarde más tiempo en entender esto que leer el cable de AFP o la noticia en Space.com (fuentes más o menos fiables) pero le aseguro que lo que esta escrito en ese resumen habrá sido tan meditado por sus autores, revisado por jueces científicos y por los editores de la revista donde se publicó que con seguridad corresponderá a una verdad basada en los hechos y no a interpretaciones de tercera.

  1. Complemente la información de lo que lee con artículos sobre el tema en cuestión en sitios de credibilidad aceptable. Esto le permitirá también hacerse a una idea del contexto en el que se presenta la noticia sobre todo por qué lo que a muchos nos parece sorprendente (o nos venden como tal) puede ser simplemente algo un poco salido de lo normal. Perdonen que lo diga pero no podemos ser como los indios con los espejitos y sorprendernos por descubrimientos que por el desconocimiento de los comunicadores o por los deseos de capturar la atención para atraer fondos para la investigación, nos ofrecen como revolucionarios.

    Para el caso de la supernova SN2006gy (el romántico nombre que este cuerpo) le recomendaría leer el artículo en inglés de Supernovas que pública Wikipedia (que para temas científicos serios me ha parecido siempre bastante creíble!) y los enlaces contenidos en el.

No olvide entonces tener a mano el diccionario de inglés cuando se trate de aclarar (o incluso solo de entender) una noticia de esas que nos sueltan sin mayor preparación en tantos medios masivos de información.


Jorge Zuluaga
Medellín - Colombia

Imagen: X-Ray Chandra Observatory, http://chandra.harvard.edu/photo/2007/sn2006gy

Para saber más:

No olvide los sitios:

  • http://xxx.lanl.gov
    El sitio oficial de los arXiv, una monstruosa colección de “preprints” de papers especializados en muy diversas áreas de la física, incluyendo por supuesto la astrofísica. La clave: contiene los artículos completos!

  • http://www.adsabs.harvard.edu
    La gigantesca base de datos de resúmenes de artículos especializados sostenida por NASA y el Instituto Smithsoniano. Una referencia “uno A” para el astrónomo profesional”

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